El duelo: Dejadme llorar mi pérdida
“Hay momentos en nuestras vidas en los que el amor lo vence todo: la falta de sueño, el cansancio, cualquier cosa. Y otros momentos en los que parece que el amor nos da sufrimiento.
Buscamos el modo de aplacar el dolor. A veces, aplacamos el dolor sacando lo mejor que tenemos, o dejándonos llevar por el momento. A veces lo único que necesitamos para aplacar el dolor, es darnos una tregua”
¿Has paseado por alguna librería últimamente? Los libros de auto-ayuda están entre los mas vendidos en la actualidad.
¿Cuántas veces nos acercamos a estos libros esperando encontrar uno que llame nuestra atención? ? Buscando entre miles de líneas la esperanza ante los problemas o malestar que tenemos?
Libros que nos den pautas milagrosas sobre como dejar de sufrir, evitar los malos pensamientos, aumentar nuestros fantasmas mediante cuatro simples pasos.
Inmerso en la curiosidad, se empieza a mirar portadas y contraportadas, llenas de lemas dónde aseguran que con ingredientes mágicos como el pensamiento positivo y dando dos vueltas a nuestras perspectivas erróneas sobre la vida…..todo es posible! pero…¿realmente lo es? Yo me pregunto, si es tan fácil…porqué nos cuesta tanto? Porqué hay tantos mensajes y libros sobre lo fácil que es? si fuera tan fácil, todos los autores tendrían las mismas pautas, no?
Con todo mi respeto hacia los libros de autoayuda, tengo la sensación que nos movemos en una sociedad donde el pensamiento positivo y una simplicidad de frases han de llenar nuestra mente. Pero y los problemas? ¿Qué problemas? dirán algunos. Sino hablas de ellos ya no existen! ¿En serio? Según nuevas corrientes cognitivistas, los pensamientos negativos, sólo existen si nosotros les hacemos caso y desaparecen si desviamos nuestra atención hacia ellos….pero, es esto verídico?
¿Adiós a los problemas?
De manera simplista, si analizamos la moda del pensamiento actual, parece que el antídoto a todos nuestros males, está en el pensamiento positivo. ¿Pero es realmente así? ¿Puede haber una parte positiva ante cualquier tipo de pérdida (adiós a un ser querido, pérdida de trabajo, enfermedad? ¿De verdad debemos encontrar siempre una parte positiva? o ¿quizás es una manera de consolarnos ante nuestras catástrofes?
Considero que todos los extremos son malos, pero a veces un poco de sentido común es suficiente para darnos cuenta que el ser humano, no es tan simplista. La tristeza, dolor y necesidad de consuelo, existen y son necesarios.
Dejadme llorar mi desgracia
A veces un acontecimiento que nos descompone física y psicológicamente “grave”. Si lo analizamos como espectadores, quizás para los demás, no es tan importante pero sí es capaz de quebrantar nuestro corazón llenando los espacios rotos de tristeza. Así que sea cual sea la circunstancia que nos daña, si tiene la capacidad de dañarnos y quebrantar nuestro bienestar, es digno de nuestra atención para poder trabajar en ello.
Como bien decía Charlotte Brontë:
Llorar no indica que eres débil. Sino que siempre ha sido una señal de que estás vivo Share on X¿Por qué es importante llorar nuestras tristezas?
Hay un proverbio irlandés que dice: “Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman”.
En nuestra sociedad, para muchas personas y modas, parece que llorar sea algo de personas débiles e inclusive simplistas, sin capacidad para poder “parar” una respuesta de nuestro cuerpo ante una situación de tristeza.
¿Por qué menospreciamos nuestras lágrimas? ¿Porqué no las aceptamos como una parte más de la complejidad de la persona?
Aún a día de hoy, los científicos no han hecho todos los estudios que este fenómeno se merece. Es fascinante saber que llorar, es algo que solamente el ser humano es capaz de realizar, gracias a la complejidad de su sistema. Es un fenómeno realmente increíble!
Llorar, nos permite establecer una relación externa, de un acontecimiento, con una reacción interna, que emerge en nuestro organismo, afectando a las zonas cerebrales implicadas en la emoción. Esta conexión nos permite expresar y canalizar nuestras emociones hacia el exterior. ¿No es maravilloso y fascinante?
El llanto en soledad, nos permite canalizar el dolor, la tristeza, vacíos en nuestro interior, nos permite “limpiar” aquello que daña nuestro Yo interno.
¿Por qué llorar nos hace sentir mejor?
En la psicología del comportamiento, una de sus leyes más básicas, establece que un estímulo afecta a la persona, provocando una respuesta. Esta teoría de la psicología realmente no explica qué es lo que acontece entre el estímulo y la respuesta, pero lo que sí sabemos es que algunas circunstacias no “afectan” y entran en nosotros provocando malestar. La clave para tratar con ello está en conseguir liberar parte de la energía que ha desequilibrado nuestro bienestar emocional.
¿Como liberarla? una de las formas más eficaces y que la gente manifiesta, sentirse mejor es a través del llanto. Llorar, nos permite liberar y disminuir nuestra presión interior y forma parte de nosotros.
¿Cuándo acudir a un psicólogo?
Las cifras sobre el tiempo necesario para elaborar el duelo ante diferentes tipos de pérdidas, los podemos encontrar en libros especializados.
Como profesional, desde mi perspectiva, considero que cada persona es única ya que no somos objetos, este hecho nos hace únicos y especiales, pero si es cierto que las cifras nos sirven para compararnos y poder ver hasta que punto nuestro patrón de duelo es normal o debemos acudir a profesionales que nos puedan ayudar.
La tristeza, provocada por múltiples motivos, siempre debe ser elaborada y pasar en caso de pérdida, por las fases necesarias para elaborar nuestro dolor, para que pueda ser aceptada.
Como hemos mencionado anteriormente, los tiempos para cada persona pueden ser diferentes y las herramientas que cada uno tenemos a nuestro alcance diferentes.
Debemos hacer el ejercicio, de aprender a escucharnos, mirar en nuestro interior. Debemos aprender a conocernos, interpretar las señales que nuestro cuerpo nos está expresando y lo más importante, saber ser conscientes y valientes para aceptar que la situación que estamos pasando está afectando a nuestra salud y quizás este es el punto de inflexión necesario para reconocer que necesitamos apoyo emocional.
Señales de alarma que pueden indicar la necesidad de ayuda profesional:
– Pérdida del apetito
– Alteración del sueño
– Cambios bruscos en el estado de ánimo
– Cansancio extremo
– Dolor muscular
– Pensamientos catastrofistas
– Negación de la realidad
Estos son algunos ejes que nos desequilibran y actúan directamente en alterar nuestro bienestar emocional.
Muchos son los acontecimientos en la vida, que pueden llevarnos a sentirnos en un abismo emocional, no debemos escondernos, ante una sociedad que parece que sólo acepte el positivismo y el bienestar, donde la tristeza y las lágrimas son fuentes de incomodidad.
Te invito a que reflexiones por un instante. Considero que las personas más sabias son aquellas que saben estar en sintonía con su interior y escuchar las alarmas del malestar.